Ambiente hostil en Kosovo

España no tendrá una estancia plácida en Kosovo. Es uno de los cinco únicos países de Europa junto con Eslovaquia, Grecia, Rumanía y Chipre que no lo reconocen como nación. Además, el nuestro es el único país de la Unión Europea que no admite el pasaporte kosovar para obtener el visado para la ‘zona Schengen’. Grandes potencias como Rusia y China tampoco aceptan a la autodenominada República de Kosovo, pero sí Estados Unidos que tiene en su territorio la mayor base militar en el continente. El ofrecimiento para acoger en masa a refugiados afganos ha fortalecido las relaciones entre Kosovo y EE UU, lo que para ellos tiene más importancia que el hecho de que aún resten 90 países de los 193 de la ONU en asumir su independencia de Serbia, que los considera como la provincia autónoma de Kosovo y Metojia, que declaró su independencia de forma unilateral en la primavera de 2008 tras un conflicto armado a finales del siglo pasado.

En este escenario geo-político, el partido entre España y Kosovo se torna bravo. Para España porque, tras el patinazo en Estocolmo, se ha agotado el margen de error. Para Kosovo porque quiere hacer del partido un reivindicación nacionalista. Más allá de la negativa de España a reconocerles como nación, en Kosovo ha molestado también que en los medios de comunicación se refieran a ellos como Federación de Kosovo, evitando en todo momento otorgarles el estatus de país. Mientras que España quiere dejar el asunto en lo que es, un partido de fútbol, Kosovo buscan hacer un ‘casus belli’ con el que llamar la atención de todos los que les niegan.

La propia Federación, siguiendo instrucciones del Gobierno, tuvo un roce con su igual de Kosovo porque se sintieron ninguneados en el partido de ida, disputado el 31 de marzo pasado en Sevilla. Lo que todo el mundo se pregunta es la razón por la que España no pidió la exclusión de Kosovo de su bombo en el sorteo de clasificación. Se hizo con Gibraltar. Y es común hacerlo con países que tienen incompatibilidades políticas o algo más, como pasa entre Rusia y Ucrania, por poner un ejemplo. Pero en su día nadie reparó en Kosovo. Y ahora España tiene que ir a Pristina obligada a no fallar. Lo que debería ser un partido manso es un choque en puntas. Error de cálculo.

La joven Inglaterra desafía a una Polonia sin Lewandowski

Lewandowski estará un mes de baja y además de perderse el duelo contra Inglaterra de la Clasificación para el Mundial 2022, también se perderá la eliminatoria de la Champions League contra el PSG. El delantero del Bayern de 32 años, que suma 42 goles en 36 partidos esta temporada, se lesionó en ligamento de su rodilla derecha durante el último choque contra Andorra que la selección polaca solventó con un 3-0. Su ausencia no sólo es un problema serio para el club alemán, uno de los máximos favoritos a repetir título en la mayor competición europea, sino también para su selección que después de dos jornadas suma cuatro puntos y este miércoles visita Wembley para medirse a su gran rival del grupo, Inglaterra.

El equipo inglés, que ha ganado sus dos primeros partidos con un parcial total de 7-0, ha arrancado con buen pie la fase de clasificación. A pesar del nivel menor de sus rivales (San Marino y Albania), los de Southgate han demostrado eficacia ofensiva y solidez en la zaga, donde ha regresado un Stones pletórico en el Manchester City. En la portería, Pope se ha hecho con la titularidad ante la baja de Pickford y los pocos minutos de los que ha gozado Dean Henderson en Old Trafford.

Inglaterra sigue probando su alineación de gala ante las ausencias –Jadon Sancho, Rashford, Grealish, Saka, Henderson…– y lo que ha quedado claro durante este parón es que Mount es un imprescindible para Southgate tras haber sido titular en los últimos siete partidos con la selección. El referente ofensivo, eso sí, sigue siendo Kane, que marcó uno y asistió a otro en el duelo contra Albania del pasado domingo.

Por su parte, la de Lewandowski no es la única baja de Polonia de cara al partido en Wembley ya que Krychowiak y Piatkowski dieron positivo por coronavirus en el último test que se realizó a la selección, mientras que otros dos miembros de la plantilla, Skorupski y Klich, dieron positivo la semana pasada.

Ficha y posibles alineaciones titulares

INGLATERRA: Pope; Walker, Stones, Maguire; James, Rice, Ward-Prowse, Chilwell; Mount, Sterling y Kane.

POLONIA: Szczesny; Bereszinsky, Bednarek, Glik; Szymansky, Moder, Jozbyak, Rybus; Zielinski; Piatek y Milik.

Árbitro: B. Kuipers (Países Bajos).

Estadio: Wembley.

Hora: 20:45 (UEFA TV).

Un partido para la historia

Se trata de un simple «evento deportivo«. Es así como se ha bautizado el duelo con Kosovo de esta noche —España no reconoce la independencia unilateral de la exprovincia serbia— y es así como debemos verlo, como un partido de fútbol, una nueva escala en el viaje hacia el Mundial de Qatar 2022. Un encuentro que esconde peligros similares a los disputados ante Grecia o Georgia, en los que La Roja sudó lo indecible, lo que no deja de ser trending topic en este arranque de eliminatorias mundialistas de la UEFA .

Cómo si no interpretar el 1-0 del Portugal-Azerbaiyán, el 1-1 del Francia-Ucrania, el 1-0 del Croacia-Chipre, el 0-2 del Kazajistán-Francia o el 0-1 del Rumanía-Alemania. Nadie gana fácil, está visto, y el empate ante Grecia y la victoria in extremis en Georgia deben valer para que los internacionales de Luis Enrique metan la pierna incluso antes de tomar el túnel de vestuarios de La Cartuja. Fue allí donde hace cuatro meses España brindó un auténtico recital ante Alemania (6-0). Ese estadio es un buen augurio como también tierra del alma para Ramos. El de Camas sólo jugó 45 minutos ante Grecia y ni siquiera saltó al césped en Tiflis. Es de entender la cautela del seleccionador con el madridista, que debe entrar poco a poco en juego tras la lesión de rodilla que le tuvo KO varias semanas. Sergio cumplía ayer 35 años y el mejor regalo (mejor que una tartita) es sumar hoy tres puntos con los que reincorporarse feliz al trabajo en ese Real Madrid al que el inicio de abril reserva emociones fuertes: doble duelo con el Liverpool en Champions y el Clásico.

La otra alegría debería tener el rostro de Gerard Moreno. Una contractura en los isquiotibiales nos ha privado del máximo goleador nacional de LaLiga. Ayer se entrenó con normalidad y podría formar de inicio. Mientras, es de esperar que Dani Olmo, una pieza clave en esta segunda etapa de Luis Enrique en la Selección, vuelva a ser titular. En Tiflis no lo fue, pero su gol salvador en el 92′ parece haberle hecho merecedor de un puesto en el once al igual que en las portadas de los periódicos.

El suizo Bernard Challandes confía en que el inédito duelo con España sirva para acelerar el rodaje de la selección de Kosovo en el concierto internacional. El ranking FIFA la sitúa 117ª (entre Sierra Leona y Nueva Zelanda), pero no debe pasar inadvertido que el pasado miércoles goleaba (4-0) a Lituania en partido amistoso. «Aunque seamos un equipo pequeño, tendremos más oportunidades de ganar si tenemos el balón; para mí, especular con un 1-0 o jugar al contraataque no es fútbol», dice Challandes. Es de elogiar esa filosofía, la de pretender ganarse el sello del buen fútbol para una selección cuya historia en la FIFA echó a rodar en 2016.

Bernard Berisha se cae del once al ser expulsado en la derrota ante Suecia (0-3), mientras que Amir Rrahmani es una baja sensible en defensa, donde la selección no anda sobrada de efectivos. Vedat Muriqi, del Lazio, es el gran lobo en este equipo trufado de jugadores que hacen carrera en el exterior. Como Milot Rashica, medio del Werder Bremen, Bersant Celina, centrocampista del Dijon, o Arbër Zeneli, extremo del Stade Reims que en el amistoso contra Lituania firmó un doblete. Lo dicho, no hay que fiarseSon balcánicos y ya se sabe cómo se les da a los balcánicos con un balón en los pies (Modric), en las manos (Doncic) o incluso en el agua (Serbia y Croacia disputaron la última final olímpica de waterpolo).