Revolución galáctica

La Champions, para bien o para mal, suele provocar catarsis en el camiseta de futbol Real Madrid barataEl papel en la Copa de Europa es el termómetro con el que se evalúan las temporadas del equipo blanco. La Orejona arregló campañas en las que el equipo acabó descolgado en la lucha por la Liga (la Octava clasificó al equipo, que había quedado quinto en el campeonato, para la edición siguiente, cuando ya iban cuatro clubes por país) o las eliminaciones europeas precipitaron acontecimientos en el banquillo, como el relevo en el banquillo en la 2018-19 tras el desastre ante el Ajax.

Nunca hay que dar al Madrid por muerto en Europa. Los de Zidane lo han demostrado esta misma temporada, tras una fase de grupos en la que se clasificó de forma agónica y unos cruces en los que los blancos nunca estuvieron entre los favoritos en las quinielas. Rompieron los pronósticos y llegaron a semifinales, una cota que no alcanzaron otros aspirantes como la Juventus o el Bayern, vigente campeón. La final, en cambio, se ha resistido por tercer año consecutivo.

La eliminación abre un cambio de ciclo, no ya en el dominio europeo que el Madrid erigió con cuatro títulos en cinco años, sino en la plantilla blanca. La eliminación ha hecho renacer las dudas en el futuro de Zidane (alimentadas por él mismo) y el partido de Stamford Bridge ha puesto el foco sobre algunos jugadores de la plantilla. No será un cambio de un día para otro, pero sí una revolución a dos o tres años vista en la que los baluartes de las últimas Champions (Ramos, Modric, Kroos, Benzema…) darán paso a las figuras llamadas a protagonizar los éxitos de la próxima década: Mbappé, Haaland, Alaba, Camavinga, Pogba si su fichaje se pone a tiro…

El futuro ocaso de la vieja guardia

Entre la final de Milán y la de Lisboa pasaron dos años. Seis jugadores repitieron titularidad. En Stamford Bridge, casi tres años después de la Decimotercera, fueron titulares cinco jugadores que lo fueron también en las últimas tres finales: Ramos, Casemiro, Kroos, Modric y Benzema. Habrían sido siete de no ser por las lesiones de Carvajal y Varane. Cuatro de los pilares del equipo de Zidane están en la treintena. Salvo Casemiro (que tiene 29), las otras piezas de la columna vertebral del equipo que sucumbió ante el Chelsea han cumplido los 30. Modric y Ramos tienen 35; Benzema, 33 y Kroos, 31. Los tres primeros han formado parte del Madrid campeón de las últimas cuatro Copas de Europa en el palmarés del club. El alemán ha sido pieza clave en las últimas tres. Una generación excepcional que, aparte de las Copas de Europa, ha dado al Madrid dos Ligas, cuatro Mundiales de Clubes, tres Supercopas de Europa, dos Supercopas de España…

Su importancia el equipo sigue siendo capital. Esta temporada el equipo ha llegado hasta donde la gasolina les ha aguantado en un contexto extremadamente exigente. Salvo Ramos, maltratado por las lesiones los últimos cuatro meses, el resto están entre los siete jugadores que han superado los 3.000 minutos jugados esta temporada. Modric y Ramos han entrado en esa fase de ir renovando año a año (aunque en el caso del capitán si al final lo hace puede firmar por dos temporadas) y van camino de ser los jugadores de campo más veteranos en disputar un partido con la camiseta madridista desde hace 50 años (Gento se retiró en 1971 con 37). Benzema, de cuyos goles el Madrid ha dependido esta temporada más que nunca y que acaba contrato en 2022 (con 34 años) y Kroos, que termina en 2023 (con 33), se adentrarán pronto en esa fase.

Los que están por llegar

La renovación de la plantilla tiene nombres. Este puede ser el verano de Mbappé. Y más si el Dortmund sigue cerrado en banda en su idea de no dejar salir a Haaland. El delantero del PSG se resiste a renovar su contrato que expira en 2022 y el club parisino debe decidir si se arriesga a que se marche libre entonces o sacar réditos de un traspaso este verano. En el caso del noruego, la entidad renana insiste en que se queda un año más. «Haaland jugará la próxima temporada en el Dortmund. Erling está completamente de acuerdo», dijo recientemente el exfutbolista y ahora directivo del club amarillo Sebastian Kehl. Pero, a falta de tres jornadas para el final de la Bundesliga, el equipo renano aún no tiene asegurada su presencia en la Champions (de hecho, está quinto, fuera de los puestos que dan acceso a la máxima competición continental) y no alcanzar ese objetivo puede dar un giro a los acontecimientos.

Junto a los dos grandes galácticos llamados a protagonizar la próxima década del planeta fútbol, aparecen otros nombres. Dos de ellos, Alaba y Pogba, en su plenitud futbolística: 28 años cada uno. La llegada de Alaba este mismo verano parece estar cerrada a falta únicamente del anuncio oficial. Y el francés, un viejo anhelo madridista, acaba contrato con el United en 2022 y aún no ha renovado. Una opción apetecible si su fichaje se pone a tiro. El otro es Camavinga, mediocentro del Rennes de 18 años que suscita el interés del Madrid, sino de otros grandes clubes de Europa. Acaba contrato en 2022, no va a renovar y su precio puede ser asequible este verano.

El encaje económico, clave

En un contexto de crisis por el azote de la pandemia, que ha provocado perdidas multimillonarias a los grandes clubes contra el Real Madrid, el encaje económico de los nuevos galácticos es un problema añadidoMbappé, si llega mediante traspaso, está llamado a convertirse en el fichaje más caro de la historia del club blanco. Una inversión a la que habrá que sumar un generoso salario. Haaland tampoco saldrá barato.

El Madrid puede sacarse de la manga 250 millones de euros este verano, entre ventas y ahorro de salarios de jugadores como Varane, Odriozola, Isco, Mariano, Marcelo, Jovic o Ceballos. Sin ir más lejos, el verano pasado recaudó 88 millones de euros sólo con las ventas de Achraf, Reguilón y Óscar Rodríguez.

Las paulatinas salidas de jugadores como Bale, Ramos o Modric aliviarán la masa salarial. Y el nuevo Bernabéu será una mina. Cuando esté acabado a finales de 2022 o principios de 2023, la previsión del club es que la explotación del estadio aporte 200 millones de euros anuales extras a las arcas blancas. Cimientos para construir el nuevo Madrid.

Aprobados y suspensos del Madrid: Courtois tiene ángel

Courtois: A día de hoy es, probablemente, el portero más en forma del planeta. En el minuto 9 dejó una de las paradas de la temporada, en un remate a bocajarro de Werner. Muy seguro en todos los centros laterales, en los que no dio opción a sus ex.

Carvajal: Lejos de su mejor momento físico tras la inactividad, no le ayudó el sistema: carrilero largo sin nadie por delante en banda. Sufrió mucho. Fue sustituido en el tramo final, agotado.

Militao: Muy buen partido. Se vio desbordado en algunas jugadas por el vendaval del Chelsea en ataque en la primera media hora, pero si el Madrid consiguió igualar el partido fue en gran parte por su contundencia en los cruces. Su segunda mitad, imperial.

Varane: Son estos partidos sin Ramos en los que se le exige un liderazgo que no termina de ofrecer. Zidane le colocó en el centro de una defensa con tres centrales y no fue el líder que se esperaba. Los delanteros del Chelsea le superaron con excesiva facilidad, pillándole fuera de sitio en varias jugadas.

Nacho: Uno de los jugadores más en forma del Real Madrid. Sufrió para tapar las carencias de un Marcelo que le ayudó poco o nada, pero aun así abortó muchos ataques peligrosos.

Marcelo: Zidane le dio la titularidad en un partido grande mucho tiempo después y el brasileño evidenció una vez más que ya no está para este nivel. Fue un agujero atrás e intrascendente en ataque. No le acompaña el físico ni la actitud.

Casemiro: Muy incómodo en la salida de balón, por momentos sufrió también en defensa por la movilidad de los mediapuntas del Chelsea, que le sacaron de posición en varias jugadas. Buena media hora final, con cortes decisivos.

Kroos: Kanté no se despegó de él y le complicó la vida para que no estuviera cómodo en ningún momento. A pesar de ello puso criterio y cambios de juego siempre que pudo. Mejoró en la segunda parte.

Modric: Muy flojo primer tiempo, anulado por los centrocampistas del Chelsea. Creció en la reanudación y con él lo hizo el Madrid, que jugó al ritmo que marcó.

Vinicius: Dejó una buena arrancada y ayudó mucho en la presión, aunque entró menos en juego de lo que acostumbra. Poco brillo, fue el primer sustituido por Zidane.

Benzema: El Madrid depende de él en ataque. Suyos fueron los mejores movimientos y las mejores oportunidades, con un balón que estrelló en el palo en el minuto 22, cuando peor lo pasaba su equipo, y el gol del empate que apagó el ímpetu del Chelsea.

Hazard: Fue el primer cambio de Zidane. Apenas dejó ninguna jugada reseñable.

Asensio: Zidane sorprendió con su posición: le colocó de carrilero. No está cómodo ahí y se fue al ataque y al centro siempre que pudo.

Odriozola: Dejó una entrada muy dura a Rudiger que le costó la tarjeta amarilla.

Rodrygo: Cuesta entender este cambio por parte de Zidane: en el descuento (se perdió tiempo), por el jugador con más gol del Madrid (Benzema) y con el equipo buscando la victoria.