El resurgir de Lemar

Lemar ha vivido una montaña rusa desde su llegada al Atletico Madrid camiseta. Su fichaje procedente del Mónaco, el más caro en la historia del club en aquel momento, se cerró y anunció cuando iba a comenzar el Mundial de Rusia 2018 que acabaría levantando junto a sus ya compañeros de vestuario Griezmann y Lucas. Un refuerzo de quilates que desbordó la ilusión de la afición cuando, tras haber adelantado sus vacaciones para ponerse a las órdenes de Simeone, dio una exhibición de fútbol en la Supercopa de Europa contra el Real Madrid.

Pero esas sensaciones se fueron desvaneciendo con el paso de los partidos. Lemar alcanzó los 70 millones de valor para la página especializada Transfermarkt en su llegada, pero el bajo rendimiento, unido a que parecía haber perdido la confianza en su juego y la poca transcendencia en el Atlético pese a que Simeone continuaba dándole minutos, provocó que dicha cotización fuese bajando hasta los 15 millones hace sólo un año, en noviembre de 2020. El francés tocó fondo. Había estado en el mercado, ningún club se lanzó a por sus servicios y la nueva temporada la comenzaba a priori con un papel secundario.

Sin embargo, Lemar resurgió de sus cenizas y fue capital para levantar el título de Liga. Potenciando su fútbol en el nuevo sistema táctico como interior y convirtiéndose en una pieza clave para enlazar la defensa y el ataque y dar un salto de velocidad al centro del campo. Su cabeza también hizo un clic, encontró su lugar y recobró la fuerza mental para encarar a los rivales con una confianza nueva. Y esta temporada está siendo aún más importante y resolutivo de cara a puerta (suma dos goles y dos asistencias). Eso le ha servido para volver a dar un salto en su valor. En enero, hasta los 20 millones, en marzo a los 25 y en la última calibración de este 13 de octubre hasta los 40. Lemar recupera cotización a la par que ha ido recuperando su nivel y con todavía 25 años (cumple 26 el mes que viene) tiene mucho tiempo para seguir mejorando.

«No sabes la cantidad de gente que me decía que no lo pusiera, que pusiera a otro. Y yo lo veía y decía que tenía que jugar. Tiene cosas diferentes de los demás. Va para delante, gambetea (regatea). Tiene algo que tienen pocos. Hoy ya no se gambetea más. Hoy es todo posicional, hago superioridad numérica por acá, por allá. ¿Y el talento? ¿Y lo individual? ¿Y la gambeta? ¿Y el eludir? ¿Y el sacarse un hombre de encima que rompe toda la estructura? ¿Quién lo tiene? Lemar, João, Correa, pocos«, explicaba Simeone esta semana en El País. Lemar ha tenido una recuperación en forma de U y tras tocar fondo, quiere volver a llegar a su techo.

João y Griezmann bajan

En la nueva estimación de Transfermarkt también hay jugadores del Atlético cuyo valor decae. En el caso de João Félix, sus últimos meses lastrado por la lesión de tobillo le llevan a bajar desde los 80 a los 70 millones. Griezmann continúa con su descenso constante pese a volver al Atlético y el último bajón le lleva de los 60 a los 50 millones. Los jugadores veteranos como Felipe y Herrera tienen un ligero descenso hasta los 9 y 7 millones respectivamente, algo habitual en la estimación de la página en los jugadores que han superado los 30 años.

João Félix evita un lío

João Félix evitó a poco del final que el Atlético se metiera en un gran lío. El portugués hizo un partido magnífico y condujo al triunfo a un equipo que ofreció unas grandes e imprevistas facilidades en defensa. Ganó sufriendo, y mucho, el Atlético, pero lo hizo y se llevó tres puntos que pueden ser vitales para conseguir el pase.

Simeone sacó todo lo que tenía, con Luis Suárez y João Félix arriba y con Marcos Llorente y Correa apoyando desde las bandas. Potencial ofensivo para un encuentro que el Atlético no podía dejar escapar. La alineación dejaba bien a las claras las intenciones del Cholo y la necesidad rojiblanca de hacerse con los tres puntos. Nadie duda de que el Atlético es superior al conjunto austriaco y mejor demostrarlo desde el inicio, aunque la puesta en escena mostró un rival valiente, duro, que no dudó en atacar la portería de Oblak. Al cuarto de hora el equipo madrileño ya sabía que si llevaba la pelota cerca del área rival haría daño, por cuanto en defensa el Salzburgo pasó muchos apuros.

Pudo marcar João Félix en un remate increíble de chilena, también Suárez en un balón que se le marchó fuera por poco. De haber marcado el portugués seguro que hubiese sido uno de los goles de esta Champions. A la tercera fue la vencida con un zurdazo de Marcos Llorente, duro, raso, que el cancerbero del Salzburgo no pudo atajar. Me vino a la cabeza la máxima de muchos entrenadores: hay que tirar, siempre hay que tirar, puesto que puede pasar como en esa jugada donde pareció que el cancerbero pudo hacer más.

El partido lo pudo sentenciar Llorente pasada la media hora pero falló en el uno contra uno. No tiene el equipo muchos jugadores que puedan hacer los desmarques que hace el madrileño. Lo realizó todo bien menos definir. En esto no hay nadie como Luis Suárez. El uruguayo, sin embargo, no está para grandes carreras. El gol espoleó al Atlético, con João Félix pidiendo el balón y llegando con peligro al área. Pero el conjunto madrileño cometió uno de esos errores que tanto desagradan a su entrenador. Una pérdida en el centro del campo propició el contragolpe rival y el gol de Szoboszlai. Todo a cinco minutos del descanso. Prohibido hacer eso con el Cholo.

Igual que el tanto hizo que el Atlético ofreciera unos minutos de buen fútbol, el gol del Salzburgo metió al equipo en un mar de dudas. Los rojiblancos vieron tan sencillo hacer daño al rival que se quedaron atolondrados con la igualada. Vuelta a empezar. La jugada del encuentro llegó nada más reanudarse el mismo, aunque para desgracia del Atlético la protagonizó el Salzburgo. En tres toques y con una velocidad endiablada hizo el 1-2. Mwepu metió un excelente pase con el exterior a Ulmer, quien regaló el tanto a Berisha. Se nota que el Salzburgo juega en una liga donde prima el gol y al equipo austriaco le gusta salir a jugar. Pero igual que en ataque hizo peligro en defensa tuvo debilidades. Y lo aprovechó João Félix, en una estupenda combinación con Correa.

La puntilla de João Félix

En LaLiga el Atlético no encaja, pero en Europa es otra cosa. El Bayern le marcó cuatro y el Salzburgo metió el miedo en el cuerpo cada vez que pasó del centro del campo. En este sentido parece claro que cualquier tiempo pasado fue mejor. Savic escenificó el enfado a la hora de partido cuando tuvo que sacar en última instancia un balón que suponía el 2-3. En Champions no se puede regalar tanto. Sucedió lo que pocas veces se ha visto en partidos del Atlético: el rival tocar y tocar y penetrar por el centro de la defensa rojiblanca. No apuntilló el Salzburgo, con un descaro y valentía impropia del fútbol de este nivel, y lo acabó pagando.

Porque sucede también que el Atlético tiene jugadores de categoría máxima. Y João Félix es el futbolista de más calidad de la plantilla. Aprovechó un balón dentro del área para hacer el tanto de la victoria. Simeone corrió por la banda dando saltos de alegría consciente de la importancia del tanto.

El Atlético, ante a la crisis de gol

El Atlético se dejó todos los goles en el debut liguero contra el Granada. Un estreno fulgurante, con un 6-1 para ilusionar a la afición y dejar muestras de que João Félix está preparado para liderar el ataque colchonero y que Luis Suárez sigue teniendo el olfato de gol afinado. Esa goleada en el Wanda Metropolitano supuso el vigésimo partido consecutivo viendo puerta.

Sin embargo, en las dos siguientes jornadas el equipo se ha secado. En Huesca se acabó con con la racha anotadora de al menos un tanto por encuentro que se mantenía desde el derbi del 1 de febrero en el Santiago Bernabéu (1-0). El buen nivel mostrado por João Félix, unido a ocasiones tan claras como la del propio Suárez en un mano a mano con Andrés Fernández, fueron insuficientes para arrancar más de un punto frente al equipo dirigido por Míchel. Contra el Villarreal directamente no hubo opción de marcar, ya que no se remató a portería en todo el partido. Dos encuentros consecutivos finalizados 0-0 y que ya lastran a un equipo que la temporada pasada sufrió su escasez anotadora principalmente antes del parón.

En Balaídos, el Atlético se enfrenta a una racha histórica. Desde la llegada de Simeone, nunca se han alcanzado las tres jornadas ligueras consecutivas sin marcar. Sí que ocurrió tres veces contando todas las competiciones: en el año 2014, cuando enlazó dos derrotas en semifinales de Copa contra el Madrid (3-0 y 0-2) con el partido perdido en Liga entre medias frente al Almería (2-0) que acabó con Gabi bajo palos; en 2016, con el empate contra el Espanyol (0-0) unido a las derrotas en Múnich en Champions (1-0) y en Villarreal (3-0) y la temporada pasada, cuando se juntaron las derrotas en Turín contra la Juventus (1-0) y en Liga contra el Barcelona (0-1) con el empate en Villarreal (0-0). Las tres rachas se acabarían al partido siguiente con las victorias ante Valladolid (3-0), Las Palmas (1-0) y Lokomotiv (2-0) respectivamente.

Ahora, y tras más de 180 minutos sin marcar, el Cholo necesita recuperar la versión más efectiva del equipo ante un Celta que ha sumado cuatro de los últimos seis puntos en su estadio contra el Atlético. Luis Suárez volvió ayer después de un viaje largo y de completar los partidos de Uruguay contra Chile y Ecuador y João Félix y Carrasco solo tendrán el día de hoy para preparar el partido. El portugués fue titular ante Francia y Suecia y tuvo minutos contra España y el belga disputó 173 minutos ante Inglaterra e Islandia. Pese a esto, el Atlético maneja muchas variantes arriba (Correa, Llorente, Lemar, Vitolo y Costa han estado en Madrid poniéndose a punto) y no valen las excusas para sumar otra puerta a cero. Si el equipo rojiblanco quiere competir por cotas altas necesita generar ocasiones y hacer goles para no comenzar a descolgarse de la cabeza.