«No tengo que saltarme etapas»

Eden Hazard ha disputado cerca de media hora en el partido de ida de semifinales entre Real Madrid y Chelsea. El belga incluso apuntaba a la titularidad, pero Zidane consideró que aún no estaba al cien por cien, recién recuperado de su lesión muscular. El ex ‘blue’ lo aclaró: «No tengo que saltarme etapas«. Aun así, el técnico francés confió en él para el tramo final, en el que el partido estaba más embarrado. Trató de participar en la ofensiva del equipo, si bien no pudo desequilibrar ni generar ocasiones de peligro.

Tras el encuentro, compareció en los micrófonos de BT Sports, admitiendo que lo que se vio en el terreno de juego podría haber dejado un resultado más desfavorable de cara a la vuelta: «El marcador podría haber sido peor. Aún queda el partido de vuelta, tenemos que pensar en el partido contra Osasuna este fin de semana, luego ir ahí abajo para ganar».

Además, también explicó por qué había disputado tan solo un rato en la segunda mitad, consecuencia de su lesión y los plazos de su recuperación: «No tengo que saltarme las etapas. Por supuesto que quiero estar en el campo. Aún quedan partidos por jugar al final de la temporada, así que quiero estar listo para ellos. Simplemente feliz de poder volver a jugar».

Por último, habló del sistema y del reencuentro con su exequipo: «Siempre es bueno jugar contra amigos, pero que ahora es jugador del Madrid y que solo quiere ganar. ¿Repetir esquema? Pregúntale al entrenador. Ya hemos jugado con esta formación antes y sabemos hacerlo. También sabemos con cuatro atrás. Depende del entrenador». En Twitter, elogió a Benzema: «Gran definición».

«Hazard está en un círculo vicioso con las lesiones»

La lesión de Eden Hazard preocupa en Madrid y también en Bélgica. Desde la selección entrenada por Roberto Martínez se ha pronunciado Kristof Sas, jefe de los servicios médicos de los ‘diablos rojos, a través del diario Nieuwsblad asegurando que ve a Hazard dentro de «un círculo vicioso».

«Estamos a la espera de saber más pero es preocupante. Las lesiones de otros jugadores como Praet, Mertens o De Bruyne a estas alturas no nos preocupan de cara a la Eurocopa, es hasta un descanso. Pueden volver a empezar, pero con Eden es diferente. Es una recaída crónica que, al final, siempre sale mal», aseguró el doctor.

Según el galeno belga, cada lesión tiene cierta relación con la siguiente y complica la situación. «Al principio fue un problema en el tobillo pero las tres últimas veces han sido lesiones musculares. Eden está en un círculo vicioso y no es fácil salir. Como cualquier atleta de élite, es necesario para sus grupos musculares que entrene (como es debido). Un futbolista debe pegarla, girar, saltar y todo, a gran velocidad. Esto es mucho más difícil durante la rehabilitación», añadió.

Con vistas a una Eurocopa en la que están entre los favoritos con una generación dorada liderada por Eden junto a Courtois, De Bruyne, Lukaku, Carrasco o su hermano Thorgan, el doctor Sas anima al extremo madridista con la recuperación. «Si está en forma tiene más opciones de mantenerse sano. Hubiéramos preferido que Eden jugara todo con el Madrid. Es la mejor manea para llegar bien a la Eurocopa. La situación no es complicada para nosotros pero debe salir de ese callejón sin salida», sentencia.

Después de ausentarse el martes, Eden Hazard volvió el miércoles a entrenar sufriendo unas molestias distintas a las que le privaron de entrenar el día anterior. El extremo belga se sometió a pruebas que confirmaron una nueva lesión muscular. Esta le mantendrá de baja entre tres o cuatro semanas.

Desconfianza en Bélgica

Según Niewsblad, en la Federación belga hay serias dudas sobre los cuidados que recibe Eden Hazard en Madrid. La Federación considera que el cuerpo médico blanco no está acertando y que el Real Madrid debería consultarles más habitualmente. Además, desde este medio, abren la opción de una recuperación en Bélgica.

No es la primera vez que desde la Federación se envían mensajes de desconfianza hacia el club blanco sobre las lesiones del extremo, al que consideran capital para que la selección levante el primer título de su historia.

16 días para el asalto del Etihad

«Ahora es el momento de relajarnos, de descansar un poco porque el tramo final ha sido un esfuerzo tremendo para todos. Vamos a descansar unos días y eso es lo que vamos a hacer. Luego tendremos unos 10 días para preparar el encuentro de vuelta». En las entrañas del estadio Municipal de Butarque, instantes después de cerrar la temporada 2019-20, Zidane trazaba su plan para afrontar el encuentro de vuelta de la máxima competición continental ante el Manchester City. El francés, orgulloso del rendimiento de sus jugadores en este tramo final de 11 partidos en algo más de un mes (10 triunfos y un empate que le han servido para levantar su Liga número 34), sabe que sus jugadores necesitan un descanso antes de volver a calzarse las botas. Por ese motivo les ha dado una semana de descanso: «¡Ojo, no son vacaciones!», explicaba en la sala de prensa del estadio leganense. Algunos ya aprovecharon ayer para marcharse de Madrid.

La idea es que los jugadores vuelvan a Valdebebas el próximo lunes, para comenzar a preparar el encuentro ante el conjunto citizen. Para lograr el triunfo (no le sirve otro resultado) en Mánchester, Zidane cuenta con tres dudas y una baja importantísima, confirmada, la de Sergio Ramos, expulsado en el encuentro de ida. Las dos primeras dudas son de carácter táctico: la primera radica en saber si alinea a Marcelo (se está recuperando de una lesión muscular en el aductor izquierdo) o a Mendy en el puesto de lateral izquierdo. Curiosamente, si apuesta por el francés, repetiría la zaga con la que el Madrid debutó en Champions esta temporada ante el PSG (Carvajal-Varane-Militao-Mendy). Pero con una salvedad, Mendy se ha soltado ofensivamente en este último tramo liguero, mientras que Marcelo aporta su veteranía y experiencia en este tipo de partidos.

La segunda es también otra decisión táctica: si apuesta por la presencia de Isco (jugaría con cuatro centrocampistas) o por la presencia de Asensio. En el caso de que apostase por el balear, éste jugaría entrando por la banda derecha, para aprovechar sus diagonales y crear de esa manera peligro.

La tercera incógnita es física y afecta a Hazard y a cómo va a llegar el belga a la cita europea: Eden ha mostrado detalles en lo que se ha jugado de temporada, pero le falta cuajar una actuación sólida y completa en un partido de alcurnia. Zidane explicó su estado en Leganés: «Vamos a cuidarle entre todos, sobre todo los fisios. Ha tenido molestias últimamente cuando ha jugado. Ojalá que con este tiempo que tenemos hasta el partido se recupere totalmente para afrontar la Champions». Por que Zizou lo tiene claro: «¡Cómo no voy a pensar que podemos remontar contra el City! Vamos a pelear el pase hasta el último segundo».

Hasta el momento, Zidane ha disputado nueve eliminatorias europeas, superando todas. De esos nueve partidos disputados lejos del Bernabéu, sus datos son formidables: suma seis triunfos (entre ellos ganó en Roma, París, Nápoles y Múnich) y dos derrotas. También empató otro: (0-0) ante el City en el Etihad…

Medio alirón pidiendo la hora

En el informe forense de esta Liga constará la importancia de la ruta 66 del Madrid: Courtois, Ramos, Casemiro y Benzema. Cuatro lugares de paso obligado, más la compañía de un coro numeroso, para llegar hasta el título. Pero será, sobre todo, la Liga de Zidane, que casi con el mismo grupo que se despeñó el año pasado (Hazard y Militao han pasado de puntillas y Mendy ha sido intermitente) ha sabido mantener el ritmo en esta carrera de fondo que ha durado cinco estaciones (es la primera Liga con dos veranos). Al Granada lo despachó con un partido serio en la primera mitad y pasando las de Caín en la segunda.

El encargo de echarle la persiana a la Liga le cayó a ese Madrid multimedia que Zidane se inventó en la Supercopa frente al Valencia con éxito de crítica, público y marcador. Ese partido, con los mismos cinco centrocampistas que los que alineó en Los Cármenes, prácticamente todos los disponibles (James ha pedido virtualmente la cuenta), y Jovic fue la obra cumbre de un equipo que, contrariamente a su costumbre, ha sido más roca que martillo. Luego lo repitió en dos derbis ante el Atlético, uno también en Arabia y otro en el Bernabéu, con una pérdida de fulgor apreciable. El plan era el abordaje de la pelota ante un adversario vigoroso y también un golpe suave de timón a un equipo visiblemente más contento con sus resultados que con su juego. Esta vez Valverde comenzó como interior y Modric vencido a la banda derecha.

También creyó Zidane que mejoraría las posibilidades de su equipo por dentro frente a este Granada elástico y abierto que defiende con cinco y le da dos papeles a Foulquier: lateral sin la pelota, viceextremo con ella. No fue ni lo uno ni lo otro. En seis minutos el Madrid aprovechó ese sí pero no del francés para hacer dos goles por su parcela que dieron medio carpetazo al partido y quizá a LaLiga.

En esa espesura andaba el choque cuando Mendy, uno de los dos jugadores de campo que aún no había marcado en el Madrid, se sacó un gol de la chistera. Merodeó en el vértice del área, buscó un apoyo que no existía y entonces lo apostó todo a un esprint imposible que Víctor Díaz se tragó. Casi sin ángulo metió un zapatazo brutal por el palo de Rui Silva. Un gol de esos que siempre dejan mal al portero, pero también el reconocimiento al buen ojo de Zidane con un lateral sobrado de caballos.

Mendy celebró así su gol.

Y de inmediato, por esa puerta abierta de par en par, se coló Benzema para llegar al mismo sitio por distinto camino: recorte hacia dentro y remate colocado con la derecha. Definitivamente es el jugador de esta Liga, la filarmónica del Madrid, el sexto centrocampista, el primer delantero y en los córners ajenos el quinto defensa, la versión blanca y silenciosa de Messi. Nada que ver con aquel mayordomo inconstante que durante tantos años sirvió a Cristiano Ronaldo.

Con el partido ajardinado por sus franceses, el Madrid se sintió reconfortado con ese juego de máximo control que le dictaba su alineación y hasta su conciencia. El territorio Isco. Un fútbol de poco riesgo y poco desgaste, muy útil en este rompepiernas en que se decide todo.

La reacción del equipo milagro

El Granada tiró de lo mejor de su repertorio, el juego aéreo. Once goles de cabeza, más que nadie en el campeonato, había marcado. Domingos Duarte pudo firmar el duodécimo, pero se lo sacó Courtois, otro de los caudillos de esta Liga. Fue un paréntesis en ese dominio sereno del Madrid, que al descanso pudo rematar la faena con otro remate del multidisciplinar Benzema rechazado por Rui Silva y en otro de Isco que tropezó en la zaga granadina.

Sin embargo, un error de Casemiro ante Carlos Fernández bien aprovechado por Machís devolvió al partido al equipo de Diego Martínez. Ahí asomó al energía y el entusiasmo de un grupo que está en máximos históricos y sufrió el Madrid. Carlos Fernández y Machís, efervescente todo el partido, rozaron el empate.

Zidane entendió que la fórmula inicial se había agotado y cambió el paso con dos extremos, Rodrygo y Asensio, los más potables de los últimos partidos. El Granada se había quedado ya sin lateral derecho, por la lesión de Foulquier, y había improvisado ahí con Azeez, un mediocentro, pero siguió empujando, por tierra y aire. Fueron los minutos más descoloridos del Madrid en esta pospandemia. Courtois salvó un remate de Antoñín y Sergio Ramos, casi sobre la línea, otro de Azeez. El equipo de Zidane, agobiado como nunca en los últimos meses, acabó llegando a tierra. La tierra prometida. La Liga.

Hazard sigue a medias: empezó con el grupo y acabó en solitario

El Real Madrid ya mira fijamente a la cita del viernes ante el Alavés, entrenándose esta mañana en una suave sesión matutina. Sabe Zidane que el buen estado físico está dando sus frutos en el tramo final Liga y -a tras darle al equipo dos días de descanso- está decidido a meter la quinta marcha en la pelea por el título.

La noticia sigue siendo Hazard y su tobillo: el belga empezó la sesión con el grupo, aparentando normalidad, pero la acabó en solitario. Tras el partido ante el Espanyol ha vuelto a sentir dolor, sospechando una posible recaída de su lesión. El club, según ha podido saber AS, aún no le ha hecho pruebas, recetándole ejercicios específicos para recuperar elasticitad y sensaciones en el tobillo.

La nota más positiva la puso Nacho, que volvió a saltar al césped para ejercitarse de manera invididual en sus trabajos de recuperación. La sesión, muy suave, comenzó con series de carreras cortas, elasticidad y ejercicios de potencia. A continuación se hicieron dos grupos para realizar ejercicios de posesión y presión. Los porteros pasaron a hacer trabajo específico. Para último, se hicieron lanzamientos a puerta en carrera y varios partidos en espacios reducidos.

El próximo partido será el viernes, 10 de julio, a las 22:00 horas ante el Alavés. El Alfredo Di Stefano acogerá el choque correspondiente a la 35ª jornada de LaLiga Santander.