De Gea evita el milagro de la Roma

Si el Manchester United será el rival del Villarreal en la final de la Europa League, mucho se lo debe a David De Gea. El cancerbero español fue el mejor en el Olímpico ante una Roma que estuvo a punto de poner en serios apuros a los ingleses, a pesar del 6-2 del Old Trafford.

Fonseca salió de inicio con un inédito 4-2-3-1, casi como si quisiera adelantar los ensayos para el proyecto táctico de Mourinho. A pesar de las bajas y de la humillación de la ida, los italianos empezaron muy bien e hicieron méritos para adelantarse. Si no lo hicieron, fue por falta de puntería y, sobre todo, por un De Gea monumental.

Los giallorossi, que alargaron su lista de lesionados con Smalling (sustituido por el joven Darboe en su estreno europeo en el 30′) se volcaron al ataque y, obviamente, dejaban muchos espacios a los contragolpes de los Red Devils. Cavani perdonó una vez con una vaselina que tocó el larguero, pero antes del descanso abrió la lata con un derechazo recibiendo un pase vertical de Fred.

El 0-1 parecía la sentencia definitiva, pero el fútbol es tan increíble que tampoco con un 7-2 entre ida y vuelta se puede estar tranquilo. La Roma fue imparable en el comienzo de la reanudación. El equipo giallorosso puso las tablas con un cabezazo de Dzeko a pase de Pedro y Cristante firmó el 2-1 con un remate desde el límite del área en el 59′. Si la milagrosa remontada no se hizo realidad fue siempre gracias a De Gea, autor de tres intervenciones milagrosas ante Dzeko y Mkhitaryan en los siguientes dos minutos.

Sus paradas acabaron con el ímpetu de los romanos y Cavani, en el 68′, volvió a tranquilizar a los suyos cabeceando a la red un elegante centro de Bruno Fernandes. Al Matador le encanta marcar goles ante los romanisti: con este, van 13 en toda su carrera. En los últimos 20 minutos la Roma buscó al menos terminar la eliminatoria con una victoria y, después de un remate al poste de Mkhitaryan, logró el gol del 3-2 con Nicola Zalewski, delantero de 19 años del equipo Primavera, otro que se estrenaba hoy. El enésimo paradón de De Gea, esta vez ante Cristante, cerró una noche mucho más emocionante de lo esperado. El United se llevó el pase a la final, a los italianos les queda la rabia por la absurda segunda parte de la ida y el orgullo por la bonita actuación de hoy. A Mourinho le habrá gustado sin ninguna duda.

Borja Mayoral, Pichichi europeo

La Roma defiende el honor del fútbol italiano y sigue su gran campaña de Europa League. Después del 3-0 de la ida, los giallorossi también batieron al Shakhtar 2-1 a domicilio y lograron el pase a los cuartos de final de la segunda competición europea por primera vez desde 1999. Lo hicieron gracias a un doblete de Borja Mayoral cada vez más decisivo y Pichichi de la Europa League con siete goles en nueve partidos.

Los italianos en la primera mitad lograron lo que mejor le venía: apagar el partido. El conjunto de Fonseca denunció el aplazamiento del Juve-Nápoles, que se tenía que disputar ayer (y tendrá lugar el 7 de abril) como una injusticia que favorecerá a los sureños, su próximo rival en la Serie A. El partido con los de Gattuso será fundamental en la lucha por la Champions, así que hoy el objetivo era sellar el pase defendiendo el 3-0 de la ida sin ningún apuro. Un objetivo cumplido hasta el descanso, con un único lunar: un golpe en la cabeza entre Ibáñez y Kumbulla, que obligó al brasileño a no jugar la segunda parte (fue sustituido por Mancini).

La sentencia giallorossa llegó nada más volver al verde, con un cabezazo de Mayoral tras un intento de despeje de Kryvtsov ante un centro de Karsdorp. El tanto encendió el enfrentamiento, y tras dos ocasiones más para el punta y para Pedrolos locales pusieron las tablas con Moraes, que empujó entre palos un centro de Tete peinado por Alan Patrick.

Mientras el Shakhtar intentaba al menos despedirse de la competición con una victoria, llegó un precioso contragolpe romanista con marca española: Pedro le cedió el esférico a Carles Pérez, que se deshizo de Trubin y centró para Borja Mayoral, autor del 1-2 con una vaselina. El tanto número 13 del madridista en este curso (el mejor de su carrera) selló el triunfo de los romanos, cuya aventura europea sigue ilusionando. Son la excepción de un fútbol italiano cada vez más triste en las citas internacionales.

La Roma se plantea ahora quedarse a Kalinic cedido

Hasta hace unas semanas, el futuro de Kalinic sólo pasaba por una opción: regresar al Atlético. La Roma, equipo en el que estaba cedido esta temporada, quiso desprenderse de él ya en el pasado mercado invernal y también quería desprenderse de él cuando llegara la ventana de verano, por mucho que tuviera una opción de compra sobre el croata. Algo que el regreso de la Serie A tras el parón obligado a causa del coronavirus ha cambiado. Ahora el futuro de Kalinic ya no está tan claro.

Porque su rendimiento en estos partidos ha sido otro, dos goles en los cinco partidos disputados, como si sus piernas hubieran comenzado a obedecer a esa orden del director deportivo Gianluca Petrachi, “si en estos dos meses que quedan, hace siete u ocho goles, su situación cambiaría, está claro”. Dicho y hecho. En camino está.

Pero con condiciones. Porque la primigenia rojiblanca era que si el club romano quería quedarse con Kalinic para la 2020-21 debía ser ejecutando esa opción de compra obligatoria (de entre siete u ocho millones), algo por lo que en Italia no están dispuestos. Si Kalinic continúa con ellos, será cedido. Para el Cholo no cuenta.