¿Cuánto dinero se lleva el Villarreal de premio como campeón de la Europa League?

La Camiseta de futbol Europa League barata ha echado el telón a la edición de la temporada 2019/2020 con la final entre Villarreal y Manchester United. Los de Unai Emery se han alzado con su sexta Europa League después de imponerse en los penaltis al conjunto inglés en un partido apasionante, pero más allá del trofeo y el prestigio, ganar este título tiene otras ventajas.

Uno de los grandes alicientes de la competición para muchos de los equipos que participan en ella es el pellizco económico que pueden sacar por llegar a las rondas finales. Por ello, en gran parte, la salud de un club este aspecto va ligada de manera directa al éxito deportivo. La UEFA implantó hace dos temporada el sistema de ganancias, que finaliza esta campaña, en el que todos los equipos participantes se aseguran una cantidad fija de 2,92M€ por participar en la fase de grupos de la Europa League.

El Villarreal ha hecho historia y ha logrado su primer gran título europeo tras la victoria ante el Manchester United. Unai Emery, rey de la Europa League, ha conseguido su cuarto entorchado. El conjunto amarillo se ha embolsado 20,01 millones de euros por los resultados obtenidos a lo largo de competición. Además, a esa cantidad hay que sumar 3 millones por el ranking de coeficiente y otros 3,5 por asegurar su participación en la próxima edición de la Supercopa de Europa. En total, el club presidido por Fernando Roig se llevará en torno a 30,6 millones de euros.

A ello hay que añadirle lo que ganan todos los equipos por market pool, que forma parte del reparto de ingresos que realiza la UEFA.. Solo por levantar la copa hoy, el ganador se ha llevado 4 millones de euros por ello y otros 3,5 por participar en la Supercopa de Europa. Pero, ¿cómo se reparten los premios de la Europa League?

Premios de la UEFA por resultados en el torneo

Por cada victoria en la fase de grupos, 570.000 euros y 190.000 euros por empate. Las cantidades no distribuidas (190.000 euros por cada empate) serán agrupadas y redistribuidas entre los clubes que jueguen la fase de grupos en cantidades proporcionales a su número de victorias. El ganador de grupo se llevó 1M€ y el segundo 500.000€.

Pero ahí no queda la cosa. Por acceder a dieciseisavos de final se embolsaron otros 500.000€, por pasar a octavos se ganaron 1,1M€, 1,5 millones por acceder a cuartos y por disputar las semifinales 2,4M€. Por último, los dos equipos que logren disputar la gran final recibirán 4,5M€. El campeón se llevará 4M€ más. Un ganador que, por ende, se clasificará para la Supercopa de Europa. Ello le reportará otros 3,5M€.

El Sevilla, campeón de la edición 2019/2020, se embolsó alrededor de 20-22M€ solo por este tipo de premios.

Habrá cinco españoles en Champions y ninguno en la Conference

El Villarreal ha hecho historia ganando la Europa League, pero esta noche se jugaba mucho más que un título ante el Manchester United. Por supuesto, la prioridad era conquistar el trofeo, pero lograrlo le ha dado al Submarino plaza de Champions la próxima campaña. Durante parte del año, España barajó la posibilidad de meter a ocho clubes entre Champions, Europa League y Conference League. Finalmente, no será así.

El motivo por el que solo siete equipos representarán a LaLiga por el continente es que el Villarreal ya había logrado la clasificación para competiciones europeas. Concretamente, para la Conference League por acabar el campeonato en séptima posición. Por delante, Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid y Sevilla eran de Champions por puesto en Liga. Real Sociedad y Betis, de Europa League.

Así pues, solo quedaba por decidir dónde jugará el Villarreal. Disputará la Champions, debido a que ha ganado la segunda competición continental. Por tanto, se ha cumplido la posibilidad de que España no esté representada en la nueva Conference League.

En su momento, se habló de que el sexto clasificado, el Betis en este caso, cayera a Conference League si el Villarreal ganara. No es así. España ha perdido esa plaza de Conference y tendría que esperar un año más para encontrar representación por primera vez. No obstante, cabe la posibilidad de que Betis o Real Sociedad queden terceros de grupo en la Europa League y caigan a la competición recién creada. Irían directamente a los cruces, tal y como sucede en la Champions con la antigua UEFA.

El Villarreal toca el cielo

Primera Europa League a la vitrina, pasaporte a la próxima Champions y premio extra con la Supercopa de Europa del 11 de agosto. Nunca un triunfo tuvo tanto valor. Y pese a la recompensa, recogida en los penaltis tras 22 lanzamientos y una parada de Rulli a De Gea, jamás lo material pesó tan poco en la inolvidable noche de Gdansk. En la épica victoria del camiseta de futbol Villarreal barata, un cohete amarillo, frente al Manchester United, un diablo rojo, lo verdaderamente impactante es, fue y será la magnitud popular de tan impagable alegría. Un pellizco al alma del fútbol español a la altura, y con mayor dificultad, dicho sea de paso, que terremotos como la Séptima del Real Madrid, la primera Copa de Europa culé de Wembley o, más cerca de la tierra, la dictadura del Sevilla en esta competición. Hitos que sirven como semejanza en esta ocasión para reconocer que el Submarino no sólo ha hecho llorar de felicidad a un pueblo entero sino que, además, ha cambiado el curso de su historia definitivamente. Es leyenda. Lindelöf aún está buscando a Gerard. Y nosotros, celebrando. La Conference League, a la que estaban abocados estos héroes, puede esperar otro año.

El gol de Gerard (29’) tras una magistral falta de Parejo sirvió para encender la chispa. No podían ser otros. El delantero suma 30 goles esta temporada y 11 asistencias, demostrando que es un mediapunta brillante y delantero centro insaciable. Normal que vaya a ser el delantero de la Selección en la Eurocopa y ya sea ídolo pop de La resistencia. Lo del mediocentro es la confirmación de que su carrera está muy por encima de su fama. Di Stéfano sabía de esto. Sin embargo, el triunfo empezó a cocinarse en la pizarra de Emery. Sabedor de las fortalezas y debilidades de su equipo, y de las del United, planteó un encuentro a fuego lento, llegando incluso a perder tiempo en el minuto 15 como si ensayara para la prórroga que luego llegó, olvidando la presión en campo contrario para apretar las líneas en un solo cuarto de campo. La velocidad de Rashford y de Greenwood exigía un plan sin metros a la espalda de la defensa. Y aunque de primeras los nervios y un accidente de Foyth hicieron temer lo peor, el Submarino se recompuso poco a poco a lomos de Pau y al galope de Yeremy, dos críos, para ir sacudiéndose un dominio inglés que no se concretaba en ocasiones. Un centrochut de Shaw y un remate en propia puerta de Albiol. No hubo más para desesperación de Solskjaer en esos primeros cuarenta y cinco minutos. Cavani espoleaba sin morder, mientras Pogba y Bruno Fernandes se agobiaban sin espacios entre tanto furor amarillo.

La reanudación nos mostró a un Villarreal más seguro de sí mismo y a un United bastante más agobiado y nervioso. A diferencia del equipo castellonense, ya tenía la Champions en la mano vía Premier. Sin embargo, lleva tantos años perdiendo el paso que su futuro es hoy, y el estrés por recuperar el tiempo le carcome. Sin Maguire sufría en la salida, y la estrategia de sentar a Fred tampoco pareció darle demasiados frutos. Emery también supo leer esa ansiedad. Porque Unai es entrenador, ya lo saben, pero bien podría haber tenido una consulta de quiromancia. Cuatro Europas League no son casualidad. Mantuvo la estrategia inicial, reforzada por la pasión donde ya aparecía el cansancio. Hasta que una jugada aislada en el 55’, un córner botado por McTominay desde la izquierda, acabó en un disparo desde la frontal de Rashford y en una acción oportunista de Cavani en la melé. Empate, palo al Villarreal y vitamina para el United.

Emery empezó entonces a mover su banquillo, quitando a Bacca, errante, por los tres pulmones de Coquelin. Si a alguien se echó de menos fue a Chukwueze (lesionado) con sus arrancadas. El Submarino agradeció la decisión. Se sintió por momentos con un escudo del que carecía ante el impotente físico de su adversario, que reclamó sin éxito algún penalti de esos de moda. El problema del Villarreal es que comenzó la noche metido atrás por estrategia y convicción y acabó los noventa minutos en el mismo lugar de partida obligado y por frustración. Menos mal que en la prórroga resucitó. Cavani pudo rematarle en el 72’. El Villarreal necesitaba aire, y fútbol ya de paso. Así que Moi y Alcácer hicieron acto de presencia. Un jugón y un matador. Después se renovaron los laterales. El United, por contra, tenía fe a su once inicial o miedo a hacer retoques. Sus primeras sustituciones llegaron a los cien minutos. Y lo pagó. Pasó de mandar a obedecer. Y suerte que el VAR no estimó una pena máxima por mano a tiro de Gerard en el 114’. Los penaltis le condenaron. Se quedó sin lanzadores titulares y el Villarreal lo aprovechó sacando a relucir los poderes de Rulli en el cara a cara ante De Gea. Hicieron falta 22 penaltis, pero mereció la pena alcanzar la medianoche con el corazón en la boca.

Fue conmovedor observar tanta alegría cañí en estos tiempos de desgracias y ver alzar el título al aire. Los éxitos tienen muchos más padres que los tropiezos. Roig, que tuvo que ver la final desde casa por otro capricho del coronavirus, Llaneza, Emery, Pau, Albiol (Luis Enrique, piénsatelo), Parejo y Gerard se han ganado acaparar más titulares que nadie. Su trabajo les ha costado por unas u otras bondades y peripecias. Pero convendría recordar a todos aquellos entrenadores, jugadores y trabajadores del club que remaron en su momento para insistir sin desfallecer hasta llegar a Polonia, en la piel de otros, pero con el mismo latido. Ver a Bruno en el estadio vestido de paisano y no de corto fue duro, emocionante y sanador. Porque, por este mismo orden, estuvo cerca de levantar ese título y no lo consiguió, porque animó sin envidias como si nunca se hubiera retirado y porque, a fin de cuentas, lo visto ante el Manchester United fue el acto público y notorio de la alternativa soñada a sus herederos: su ejemplar legado continúa en las piernas de Pau y en las de esos otros 12 canteranos que son los héroes junto a Rulli de un humilde pueblo, los abanderados de un país orgulloso ante la tiranía de la Premier y la envidia del mundo entero.

Así jugaría el Madrid de Allegri…

Massimiliano Allegri fue un técnico exitoso con Milan y Juventus, a donde llegó tras la salida de Antonio Conte. Dueño de muchos matices, es de los entrenadores que me gustan, de los que son capaces de cambiar la piel y seguir siendo muy competitivos.

Muchos matices. Con Allegri hablamos de un técnico de carácter tranquilo, con la sensación de que domina siempre la situación, tanto dentro como fuera del campo, y de un entrenador muy exitoso, sumando un total de seis scudettos, cinco con la Juventus y uno con el Milan. Si algo caracteriza al de Livorno es su versatilidad. Es cierto que sus estructuras más repetidas son, tanto el 1-4-3-1-2 como el 1-3-5-2, pero ha jugado con más sistemas y con gran cantidad de matices diferentes, incluso dentro de estos dos dibujos, en función de los futbolistas de sus plantillas. En ese «rombo» del 1-4-3-1-2 con el que ganó su primera Liga con el Milan, la característica fundamental era la baja altura de los volantes, prácticamente mediocentros.

En la Juve. En su llegada a la Juve como sustituto de Antonio Conte trató, en un principio, de mantener el 1-3-5-2, pero durante ese mismo curso ya implantó el rombo en el conjunto de Turín pero, en este caso, los volantes, que eran Pogba y Marchisio, tenían mucho más vuelo ofensivo y el modelo era mucho más ofensivo, abierto y vertical que en Milán, a pesar de ser la misma estructura. Justo la temporada después, y con la marcha de Pirlo, su Juventus regresó al 1-3-5-2, siendo todavía un equipo más vertical y con mucho más vértigo. El siguiente curso, la campaña 2016-17 fue en el que más variantes pudimos ver en sus equipos.

Hacia el 1-4-3-3. Variantes incluso dentro del mismo partido, en función de si era fase con balón o sin él. Desde defender en 1-5-4-1, hasta atacar en un 1-4-2-3-1 algo extraño, con alturas asimétricas, ya que era Mandzukic el que se convertía en falso extremo izquierda en ataque y Dani Alves, que era el lateral en línea de cinco a la hora de defender, era el extremo derecho cuando el equipo podía vivir en campo rival. Sus dos últimas temporadas dio otra vuelta de tuerca probando el 1-4-3-3. Además, con un equipo mucho más reactivo que propositivo. Robar y correr eran las premisas de un equipo, quizá menos dotado para elaborar, pero muy poderoso para la presión y los ataques rápidos. Es difícil predecir lo que podría hacer si acaba llegando al Real Madrid pero sí sabemos que su capacidad de adaptación en función de las condiciones y características de los futbolistas es máxima y que sabe sacar partido a cualquier contexto y con cualquier estilo. Particularmente, son los entrenadores que me gustan, capaces de cambiar de piel y seguir siendo muy competitivos.

El nuevo Odriozola

La vida futbolística de Álvaro Odriozola ha cambiado radicalmente en las últimas semanas. En concreto, desde el pasado 11 de abril. El carrilero donostiarra ha sido toda la temporada suplente de Carvajal y Lucas Vázquez en al lateral derecho, lo que le mantenía en el ostracismo más absoluto. Pero en la noche lluviosa del Clásico liguero jugado en Valdebebas, Lucas cayó lesionado tras una fuerte entrada de Busquets. Poco antes del descanso tuvo que irse el multiusos gallego con una seria lesión de rodilla, que aún le mantiene de baja.

Odriozola ha aprovechado su ocasión y no la ha desperdiciado. Metió un gol en Cádiz (0-3) y otro en Granada (1-4). También fue titular en San Mamés ante el Athletic. La afición blanca ya no lo ve como un juguete roto y son pocos los que le incluyen entre su lista de transferibles. Odri se ha ganado al derecho a seguir en la plantilla madridista y más ahora que Zidane, que ha creído poco en él, está preparando su marcha tras el final de la Liga.

Tras su tarde triunfal en el Carranza, el guipuzcoano mostró su cara más humana: «El futbol es un mundo complicado; en mi tema personal tuve muchas lesiones. Pero el trabajo siempre da sus frutos. La continuidad, los minutos y la confianza son algo muy importante. He pasado momentos muy malos. En el Madrid no hay excusas y siempre hay que dar el 200%, pero a veces cuesta con las lesiones. Pero ser jugador del Madrid y marcar goles es indescriptible. ¿Cómo me voy a quejar? Soy muy autocrítico. No tengo que reprochar nada a nadie».

Odriozola, 25 años, tiene todavía contrato con el Madrid hasta 2024, por lo que el club cree que es bueno mantener su confianza en el donostiarra. Las lesiones han lastrado a Carvajal esta temporada y en estos partidos ante Sevilla, Granada y Athletic ha demostrado que está para jugar en el nivel top del Real Madrid.

Oficial: Benzema vuelve con Francia para la Eurocopa

Lo había anunciado L’Equipe esta mañana de martes y era algo que parecía una utopía, pero tras seis años de ausencia, Karim Benzema ha vuelto a una convocatoria de la selección francesa. El delantero del Real Madrid ha sido llamado por Didier Deschamps para la disputa de la próxima Eurocopa, zanjando una polémica que se remonta a 2015.

Benzema, que no había ido convocado con camiseta de futbol Francia barata desde una lista en octubre de 2015, disputando su último partido ante Armenia el 8 de octubre de dicho año, ha sido premiado por Deschamps tras una temporada extraordinaria del jugador del Real Madrid en la que ha anotado 29 goles en 45 partidos sumando todas las competiciones.

El principal motivo de las ausencias de Benzema en los planes de Deschamps había sido el ‘sextape’ que protagonizó junto a Mathieu Valbuena en 2015. El actual jugador del Olympiacos acusó a Benzema de cómplice en un delito de chantaje y, tras muchos años de polémicas, la Fiscalía Francesa confirmó que el juicio tendrá lugar en el mes de octubre.

La convocatoria de Karim Benzema es una de las mayores sorpresas de los últimos años, por no decir la que más. Deschamps llevaba muchos años esquivando las cuestiones de por qué no convocaba al exjugador del Lyon y, tras un sinfín de obstáculos, el seleccionador francés ha recapacitado y ha decidido llamar al mejor delantero francés de la actualidad con el permiso de Kylian Mbappé.

Del resto de la lista, cabe destacar la primera convocatoria de Jules Koundé. El central del Sevilla apuntaba a ser titular en la Eurocopa Sub 21, pero su explosión en 2021 han provocado que finalmente haya entrado por primera vez en una lista de la Eurocopa.

Germán Sánchez: «Ya dimos la sorpresa en el Camp Nou»

Contra el Real Madrid partido número 56 del Granada en esta temporada.

Ha sido un año bastante completo. ¿Quién se imaginaba que este sería el partido 56? Eso habla muy bien del presente curso, muchos partidos bonitos. Está mereciendo la pena.

Un año para enmarcar.

Hemos hecho hitos históricos para este club. Sabemos de dónde venimos. Hace tres años estábamos en Segunda y conseguir todo esto ha sido muy importante. La pena es que no ha habido público. Es una desgracia. Si podemos distraerles aunque sea un par de horas por la tele a los aficionados, mucho mejor.

Ha sido un año complicado. Maratón de partidos, lesiones, coronavirus…

El eslogan ‘Eterna Lucha’ nos viene al dedillo. Hemos pasado por muchas cosas, pero siempre tiramos hacia delante. Ante las adversidades no ponemos ningún tipo de excusas y enfocamos el próximo partido como el más importante. Vengo de abajo peleando mucho.

Contra el Real Madrid.

Sabemos la entidad del rival y que será un partido muy difícil porque se juegan ganar la Liga. Tenemos que ser nosotros mismos como toda la temporada a pesar de las dos derrotas seguidas que empañan un poquito el papel. Esperamos poder brindar una victoria para nuestra gente y demostrar que podemos pelear por los tres puntos.

¿Se le puede meter mano al Real Madrid?

Ya dimos la sorpresa en el Camp Nou porque teníamos creencia de que se podía ganar. En el fútbol no está todo dicho, aunque destacamos la entidad del rival que tienen jugadores que pueden decidir un partido en cualquier minuto. Creemos en nosotros y saldremos a por la victoria.

En el Real Madrid andan enfadados con el arbitraje por la famosa mano de Militao.

En esto de las manos, sin duda alguna, no hay un criterio unificado y esperemos que se pongan de acuerdo ellos primeros y nosotros les entenderemos un poco más. En un partido del sábado te la pitan y el domingo, la misma jugada, no te la pitan. No sabemos el criterio que hay.

Al Granada le han pitado once penaltis en esta Liga.

Sabemos que nos han pitado penaltis en contra, pero repito que no ponemos ningún tipo de excusa y debemos corregir los errores que han provocado esos penaltis.

Germán ha marcado al menos un gol en cada una de las últimas nueve temporadas.

Sé cuál es mi papel; primero defender, segundo defender y tercero defender. Pero si se puede sumar al equipo goles de estrategia ahí estoy yo, es una faceta que trabajamos bastante y en esta categoría es muy importante el balón parado.

Por características de juego: ¿es el Sergio Ramos de Los Cármenes?

No me gusta la comparación porque Sergio Ramos lleva en la élite muchos años, cosa que es difícil por no decir imposible. Yo estoy muy contento con mi carrera y estoy disfrutando muchísimo en este momento.

Ha crecido como futbolista con el Granada.

Hemos ido de la mano, De todos los equipos se aprende, pero aquí hemos conseguido muchas cosas. A la vez que se disfruta, se sufre.

¿Recuerda cómo llegó al Granada?

Me contactaron durante aquellos playoff que jugué con el Tenerife contra el Getafe. No le quise dar mucha importancia y lo dejé para más adelante. Al final llegamos a un acuerdo que, visto lo visto fue bastante positivo. Una de las mejores decisiones de mi vida viendo lo que he crecido con el club. En la ciudad me encuentro muy a gusto. Es para estar muy contento pero no me gustaría pararme aquí, Me gustaría seguir consiguiendo éxitos.

¿Cómo fue su debut en Primera con el Granada?

Un sueño cumplido. Fue en Villarreal y el resultado fue 4-4. No me dio ni tiempo de pensar en el debut. Un recital de goles. Un partido para el recuerdo. Estuvo más cerca de ser un partido de tenis que de fútbol.

¿Siempre central?

En San Fernando jugué en algunas ocasiones de mediocentro y en mis orígenes alguna que otra vez jugué de mediapunta. Como se suele decir, a los que no valen arriba se les va retrasando.

¿Cuál es el delantero más complicado de marcar?

Benzema, Messi, Griezmann… ¿Qué le voy a decir? Benzema está en un momento muy bueno en la faceta goleadora tirando del Real Madrid y muy oportunista. Está en sus mejores momentos de la carrera.

Diego Martínez comentó que valora más la permanencia en Primera que haber jugado en Europa.

Estoy de acuerdo. Nos hemos mantenido en mitad de tabla hacia arriba y uno se acostumbra siempre a lo bueno. Hay que dale el valor como dice el míster. Para nosotros es más importante la permanencia que entrar en Europa. La permanencia es el sueño del club, de la gente, el volver a disfrutar otro año en Primera y a partir de ahí, conseguir cosas bonitas.

El Granada ha sido un equipo al límite. Ritmo trepidante de partidos, lesiones, sanciones, el coronavirus…

El secreto es que somos una plantilla amplia y se ha demostrado que todos tenemos cabida. El que sale por un compañero de baja lo hace bien y el míster tiene un abanico de jugadores El rendimiento de la plantilla para soporta tres competiciones en un club que no estaba acostumbrado dice mucho de la plantilla.

La gente valora lo que están consiguiendo.

Totalmente. Nosotros percibimos esa ilusión que transmitimos como equipo. Lo más bonito es transmitir una serie de valores a los aficionados, que se sienten identificados. Cada minuto lo peleamos como su fuera el último y lo más bonito es que les transmitimos esa fuerza de que se pueden conseguir las cosas.

Diego Martínez ha transformado a este Granada.

Pues sí. Tanto él como el cuerpo técnico. Hemos ido todos de la mano. Se ha notado que hemos ido en sintonía.

¿Cree que Diego se va a quedar?

No tengo ni idea porque no hay ni tiempo de pensar en estas cosas con tanto ritmo de partidos. En estos tres años ha dado un crecimiento al club y nosotros pensamos que ojalá se quede porque ha hecho historia. Pero eso es una decisión del club. Nosotros estamos encantamos con él.

Jorge Molina y Roberto Soldado, los ‘carrozas del gol’.

Dos profesionales como la copa de un pino. Se complementan muy bien. También Luis Suárez. Vienen a entrenar como si fuera el primer día. Es una bendición para todos, para los jóvenes. Son dos claros ejemplos de cómo se magnifica esta profesión. Ojalá llegue a la edad de Jorge Molina con esa vitalidad y energía e ilusión como si fuera un chaval.

¿Cuál ha sido el momento más bonito de esta temporada?

No tengo un momento clave Ha sido el desarrollo de la temporada, el competir tres días a la semana. Eso dice mucho de lo que hemos conseguido.

¿La gente que le dice por la calle?

Felicitan al equipo por los valores que les transmitimos jugando al fútbol. Te dan las gracias.

Ha echado raíces en Granada.

En diciembre tuve a mi hija Carla y eso significa que uno está muy a gusto en el club y la ciudad. Una granadina más-

¿Cuál es el central que más le gusta?

Siempre me ha gustado Fernando Hierro por su liderazgo, orden y saber estar. Uno de mis referentes.

Le preguntamos por la famosa jugada del Betis-Granada. ¿Cesión dentro del área de Gonalons al portero Aarón?

Para mí personalmente no fue porque no sé si le dio a Max (Gonalons) en el tobillo. No ponemos excusas. El árbitro tomó una decisión, acertada o no. Fue una jugad que decidió el partido y ya están.

También le vimos dando la cara en el intercambio de palabras de Soldado con Díaz de Mera el día del Cádiz.

No hemos tenido suerte con Isidro (Díaz de Mera) pero bueno. Igual que los jugadores cometemos errores, los árbitros también cometen errores. Se intentó apelar y hay que pasar página.

¿Cuánto le queda de contrato?

Acabo en 2022.

¿Le han dicho algo de quedarse más tiempo?

De momento no hemos hablado porque estoy centrado en el entrenamiento, en el partido de mañana y en el siguiente. Si nos tenemos que sentar, nos sentaremos y hablaremos como hemos hecho siempre.

Si por usted fuera se quedaría hasta los 50…

Tanto no creo (risas). Yo estoy muy a gusto aquí. Uno va cumpliendo años y, año a año, hay que ver en qué condiciones estas, si el club está contento contigo y si te ves utilizable para el equipo. Intentaremos pensar en eso más adelante.

¿El Granada volverá a Europa?

Si esta pregunta me la hubiera hecho hace un año, igual nos tildan de locos. Que nadie dude de que, si se da el momento como el año pasado, lo vamos a intentar aprovechar que fue una carambola rocambolesca de última hora. Hay que pensar en las opciones que tengamos ahora pensando en el siguiente partido.

Esa manera de sufrir «innecesaria» que es ADN y esencia del Atlético

Fueron diez minutos como noventa insoportables.Zubeldia encontró esa pelota en la frontal del área, llovida de un córner, y la pateó a bocajarro para batir a Oblak. Y, de pronto, Simeone miraba al marcador. Diez minutos, diez tan largos como diez horas, lentas e insoportables. Y, de pronto, miraba la camiseta txuri-urdin y veía en ella los colores del Levante. Tan buenos partidos, en el Ciutat, aquí, y ni una victoria, el colchón que comenzó a menguar. Y, de pronto, que falta el oxígeno, que un puño de arañas trepa del corazón a la garganta, el azúcar en 280, el miedo de cuerpo presente en este Atlético-Real Sociedad, jornada 36ª. Porque esos diez minutos que quedan son los de la primera final que al Atlético le quedan por esta Liga, para ganar esta Liga, de sí mismo depende, y la Real acaba de marcar el 2-1. La tranquilidad por el 2-0 en el minuto 30 se ha esfumado. Toca sufrir. Sufrir a lo Atleti. Nadie como los rojiblancos saben, pero el propio Simeone lo reconoció minutos después al micrófono de Ricardo Sierra en Movistar+, después de irse con los puños al aire al vestuario nada más pitar el árbitro el final: «El sufrimiento fue innecesario». No es el primero de la temporada en este camino hacia el título.

Porque el partido ante la Real podría ser el relato de la temporada del Atlético hasta el momento. Inicio arrollador, presión feroz tras pérdida, la Real que no cruza la línea del centro del campo hasta el minuto 10, arrancadas de Llorente, ocasiones sobre la portería de Remiro como disparadas con una ametralleadora, 2-0 en el minuto 27, tranquilidad. LaLiga se acaricia. Ese Atleti que depende de sí mismo tiene el partido controlado. La Real llega. Llega, sí, pero se topa con el palo o el guante de Oblak. Como en esa primera vuelta en la que Oblak no encaja y el Atleti, partido a partido, sólo sabe sumar tres en tres, mientras Madrid y Barça no. En diciembre campeón, se decía, a pesar de la cautela siempre en la boca de los aficionados rojiblancos, que saben del sufrir, «espera, espera; partido a partido». Y llegaron esos partidos ante el Levante, empate y derrota, los dos seguidos, y el colchón del Atlético, tan mullido en enero, empezó a descoserse, hilo a hilo.

Partido a partido, penalti a penalti

Porque la historia de esta Liga se está construyendo al final sobre momentos así, como esos diez últimos minutos ante la Real. Sucedió en la jornada 28ª, Atlético-Alavés, minuto 84, el Atlético gana 1-0 y Pacheco acaba de detener un disparo de Suárez. Savic le da un codazo a Rioja en el área contraria, revisa el VAR, pita el árbitro: penalti. Joselu se encargará de lanzarlo… Pero Oblak adivina y para. La afición del Atlético le quita el polvo a los desfibriladores, a las botellas de oxígeno. Tocará volver a sacarlos seis jornadas después, ante el Elche, jornada 34ª. El Atlético gana 0-1 cuando en el minuto 90 el silbato del árbitro hace subrir el azúcar, las arañas trepan. Fidel coloca el balón, dispara y la pelota se estrella en el palo. Sube el volumen de esa estrofa del himno de Sabina: «Qué manera de aguantar, / qué manera de crecer, / qué manera de sentir, / qué manera de soñar, / … / qué manera de sufrir, / … / qué manera de vencer, / qué manera de vivir, / Qué manera de subir y bajar de las nubes, / ¡qué viva mi Atleti de Madrid!«. Como en los dos partidos que quedan esta temporada, dos finales, aunque se sufran. Pero ya lo decía el socio número 1 de 2004, Agustín de la Fuente Quintana en ese anuncio de Rushmore. «Atleti. Me mata, me da la vida». Y está a 180 minutos de ser campeón.

Araújo: tercera lesión en el tobillo izquierdo y segunda recaída

El partido ante el Levante en el Ciutat de camiseta de futbol Valencia barata (3-3) quedará grabado en la retina del aficionado culé como la imagen de una derrota más que un empate: el equipo perdía dos puntos vitales para el campeonato, que hubiera supuesto además dormir esa noche como líder, pero lo que es peor, reflejaba una preocupante resignación e impotencia, tras dejarse remontar en dos minutos una ventaja de 0-2.

Pero las consecuencias de este partido han ido mucho más allá del resultado: dos jugadores tuvieron que retirarse antes de tiempo por sendas recaídas. Una, la de Sergi Roberto, reconocida a regañadientes en un comunicado del club que hablaba de “molestias tendinosas” en el recto femoral de la pierna derecha, cuando lo cierto, según ha podido saber este diario, es que se trata de una rotura de tomo y lomo, con un tiempo de baja entre uno a dos meses.

Mucho más sibilino fue el comunicado que emitió el club durante el partido sobre Ronald Araújo, limitándose a señalar que sufría “un golpe en el tobillo izquierdo”. Evidentemente, se trataba de la zona más delicada del central uruguayo, donde había sufrido sendas lesiones esta temporada, con recaída incluida. Según pudo saber AS, el jugador también se sometió a pruebas tras el partido, que confirmaron una nueva recaída. De hecho, se detectó una lesión en la sindesmosis del tobillo izquierdo, sin afectación ligamentosa ni fractura, que le podría tener unas tres semanas fuera de los terrenos de juego. Más que por la gravedad de la lesión, estamos hablando de un esguince, el problema es que es la tercera vez que sufre la misma dolencia y en el mismo tobillo, entrando en una espiral muy peligrosa para un jugador tan joven.

De Gea evita el milagro de la Roma

Si el Manchester United será el rival del Villarreal en la final de la Europa League, mucho se lo debe a David De Gea. El cancerbero español fue el mejor en el Olímpico ante una Roma que estuvo a punto de poner en serios apuros a los ingleses, a pesar del 6-2 del Old Trafford.

Fonseca salió de inicio con un inédito 4-2-3-1, casi como si quisiera adelantar los ensayos para el proyecto táctico de Mourinho. A pesar de las bajas y de la humillación de la ida, los italianos empezaron muy bien e hicieron méritos para adelantarse. Si no lo hicieron, fue por falta de puntería y, sobre todo, por un De Gea monumental.

Los giallorossi, que alargaron su lista de lesionados con Smalling (sustituido por el joven Darboe en su estreno europeo en el 30′) se volcaron al ataque y, obviamente, dejaban muchos espacios a los contragolpes de los Red Devils. Cavani perdonó una vez con una vaselina que tocó el larguero, pero antes del descanso abrió la lata con un derechazo recibiendo un pase vertical de Fred.

El 0-1 parecía la sentencia definitiva, pero el fútbol es tan increíble que tampoco con un 7-2 entre ida y vuelta se puede estar tranquilo. La Roma fue imparable en el comienzo de la reanudación. El equipo giallorosso puso las tablas con un cabezazo de Dzeko a pase de Pedro y Cristante firmó el 2-1 con un remate desde el límite del área en el 59′. Si la milagrosa remontada no se hizo realidad fue siempre gracias a De Gea, autor de tres intervenciones milagrosas ante Dzeko y Mkhitaryan en los siguientes dos minutos.

Sus paradas acabaron con el ímpetu de los romanos y Cavani, en el 68′, volvió a tranquilizar a los suyos cabeceando a la red un elegante centro de Bruno Fernandes. Al Matador le encanta marcar goles ante los romanisti: con este, van 13 en toda su carrera. En los últimos 20 minutos la Roma buscó al menos terminar la eliminatoria con una victoria y, después de un remate al poste de Mkhitaryan, logró el gol del 3-2 con Nicola Zalewski, delantero de 19 años del equipo Primavera, otro que se estrenaba hoy. El enésimo paradón de De Gea, esta vez ante Cristante, cerró una noche mucho más emocionante de lo esperado. El United se llevó el pase a la final, a los italianos les queda la rabia por la absurda segunda parte de la ida y el orgullo por la bonita actuación de hoy. A Mourinho le habrá gustado sin ninguna duda.